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daniel ortega Y ROSARIO MURILLO EN UN MITIN PARTIDARIO REALIZADO EN MANAGUA 

¿Hacia un Nuevo Somocismo del Siglo XXI?

La inminente victoria de Daniel Ortega en las elecciones de noviembre y la feroz acumulación de poder de la familia presidencial, hacen resucitar los recuerdos de los Somoza en el poder

Alonso Aguilar 

Publicado: 2016-10-02

Este 6 de noviembre más de 4 millones de nicaragüenses están convocados a las urnas para elegir: presidente, vicepresidente, diputados y parlamentarios centroamericanos. Las diversas encuestas, dan como claro ganador al actual presidente, Daniel Ortega, del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) ya en el poder desde el año 2007 pero ¿Qué temores suscita una nueva elección de Ortega?   

Artimañas Revolucionarias

Uno de los principales temores suscitados de esta elección, es la consolidación de un proyecto de gobierno familiar que rija los destinos de Nicaragua en la sombra. Esta tercera reelección consecutiva de Daniel Ortega, (1985-1990), (2007-2011) y (2011-2016), ex guerrillero y líder histórico del FSLN, se ha forjado mediante: alteraciones a la carta magna, acusaciones de fraude, expulsión de parlamentarios de la oposición e intimidación de la prensa. Según los detractores al régimen, este no se ha convertido en una dictadura completamente pero esta camino a ella. De acuerdo a la revista The Economist, el régimen es calificado como híbrido, es decir mantiene una careta democrática pero con un accionar autoritario.

Durante estos últimos 9 años en el poder, el país ha vivido un incremento de las exportaciones, (a pesar de las retórica antinorteamericana, Estados Unidos,  sigue siendo el principal socio comercial), lo que le ha generado una cierta estabilidad económica. Otro factor fundamental para esta estabilidad es el respaldo de la Cooperación Venezolana (dinero público venezolano de apoyo a países aliados), por lo que el gobierno sandinista ha podido articular programas sociales a lo largo y ancho del país, sin embargo, a pesar de los esfuerzos y de acuerdo al Banco Mundial, Nicaragua sigue siendo uno de los país más pobres de las Américas (detrás de Haití y Honduras).

Durante este último (o penúltimo) periodo presidencial, Daniel Ortega ha podido centralizar el poder, ya que actualmente el FSLN y aliados controlan todos los poderes del estado: El Poder Ejecutivo, la Asamblea Nacional (Parlamento), el Poder Judicial y el Poder Electoral como también la policía y el ejército nacional. Asimismo el Partido Sandinista mantiene buenas relaciones con el empresariado nicaragüense gracias a su anómala alianza con su antiguo enemigo y ex -presidente Arnoldo Alemán, (1997-2002), político condenado a 20 años de prisión y liberado en un cuestionado fallo judicial, la ayuda de Ortega fue determinante para salir ileso del proceso judicial.

Gracias a este tipo de alianzas, el Tribunal Supremo de Justicia, en un controversial fallo en el 2009, declaró inaplicable el artículo 147 de la constitución (que prohibía la reelección inmediata y que los propios sandinistas lo establecieron al llegar al poder), para que una autoridad elegida por voto popular pueda optar por la reelección, argumentando el titular dela corte que éste “Violaba los DD.HH. de alguien que piensa en reelegirse”. En el 2013 se declaró factible la reelección indefinida.

Los Ortega Murillo

Algo que hace peculiar la administración Orteguista es el copamiento desvergonzado de la familia presidencial en puestos clave del gobierno y en los medios de comunicación del país, comenzando por la primera dama y actual candidata a la vicepresidencia, Rosario Murillo, que si bien ocupa el cargo de secretaria del consejo de comunicación y ciudadanía de la República, es una consejera de estado, llegando a ser considerada una copresidenta. El hijo mayor Rafael Ortega, principal operador de los negocios familiares y represente del Presidente en el exterior, es director y dueño de la radio Ya (la más grande del país), Carlos Enrique Ortega labora en el canal 4 que es propiedad del FSLN, Laureano Ortega, asesor principal de Pro-Nicaragua, agencia que busca la inversión privada en el país, Juan Carlos Ortega, director de canal 8 (ultima adquisición de la familia por un valor de 10 millones de dólares), Daniel Edmundo Ortega, director de canal 4, Maurice Ortega, director general del canal “Viva Nicaragua”, Camila Ortega (27) y Luciana Ortega Murillo (23) trabajan en el canal 13 y son consejeras presidenciales.

De acuerdo al periodista Carlos Chamorro, los Ortega Murillo tienen como fuente de ingresos, el dinero donado por la Cooperación Estatal Venezolana, ayuda que ha sido “privatizada” ya que el dinero enviado por Venezuela es administrada por el sector empresarial del país. Igualmente Chamorro menciona que se han desviado más de 3.400 millones de dólares del fondo de cooperación para actividades económicas netamente privadas.

Todo pareciera indicar que hay Ortega y familia para rato, no obstante los escenarios externos que se vienen suscitando no serían las más favorables para el régimen. Quedaron en el recuerdo las ostentosas donaciones que proporcionó Venezuela. Según el Banco Central de Nicaragua, el país centroamericano recibió más de 4.250 millones de dólares entre el 2008 y 2015, sin embargo es importante resaltar que entre los años 2014 y 2015, como producto de la crisis venezolana, se redujo alarmantemente el presupuesto de la cooperación al país en un 22% y 28% respectivamente. Si sumamos a esto, la decisión de China de no prestar más dinero al régimen chavista. Lo que generaría un durísimo golpe en la estructura de la cooperación que Caracas ofrece. Además como si no se sumarán más malas noticias, la cámara de representantes de los EE.UU. aprobó en setiembre imponer sanciones económicas al gobierno de Ortega. Una de las sanciones más sensibles al régimen, es el veto de Washington a préstamos solicitados por Managua a entidades como el BID o el Banco Mundial, donde se estima que los empréstitos son más de 250 millones de dólares por año.

El escenario que se le aproxima a Ortega, no es el más favorable, quizá lo más sensato sería negociar con la oposición una posible salida para evitar una futura crisis. Pero hay algo que caracteriza a los regímenes vinculados al chavismo: su deleite y aferración por el poder. Por lo que lo más probable es que un cataclismo económico al estilo de Venezuela se reproduzca en el país mas extenso de América Central.


Escrito por

Alonso Aguilar

sociólogo y peruano.


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